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Voy a contar un suceso

Que desoló a Canarias

El veintisiete de julio

Como así lo narraba.

 

Para obligar al Gobierno

A prorrogar su contrato

Encendió una fogata

Para quemar unos matos.

 

Se incendiaron los montes

Las laderas y barrancos

Se quemaron animales

Y viviendas en los campos.

 

Cinco días de infierno

En el sudoeste vividos

Al verse desalojados

De sus terruños queridos.

 

En medio del alborinco

De sus casas los echaron

Fuerzas del orden público

Por mandato del Gobierno.

 

Decían en las noticias

De todos los telediarios

En limusinas de lujo

Tres presidentes llegaron.

 

En visita de trabajo

A los pueblitos quemados

Pero dicen los vecinos

Que ni siquiera pararon.