Imprimir 

Anoche hablé con la muerte,

que me hizo una visita

y me dijo la señorita:

no te apresures al vivir,

disfruta y sé feliz,

que es sinuoso el camino.

Y está escrito tu destino,

desde el día en que naciste.

Que en las otras vidas que tuviste,

creíste serían un sueño.

Despierta que eres el dueño

de la ilusión más hermosa,

la vida no es otra cosa 

que el camino hacia la muerte.